Por Margarita Cedeño de Fernández.-
La atención primaria de salud responde a la necesidad que tienen los ciudadanos y ciudadanas de acceder a la asistencia sanitaria esencial, con costos asequibles. Implementar este modelo de prestación de servicios de salud es esencial para impulsar el desarrollo humano y para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia de salud, que a partir de octubre de este año serán revalidados en la Agenda Post-2015.
Como ha dicho la Directora General de la OMS, la Dra. Margaret Chan, “si queremos que la mejora de la salud funcione como estrategia para reducir la pobreza, hemos de llegar a los pobres. Y debemos hacerlo con servicios de atención sanitaria adecuados y de gran calidad.”
Este modelo, adoptado por la República Dominicana a partir de la promulgación de las leyes 42-01, General de Salud, y 87-01, del Sistema de Seguridad Social, se sustenta en la identificación de una puerta de entrada a los servicios de salud a través de los centros primarios de atención que con amplia capacidad diagnóstica (imágenes y laboratorios), clínica (médicos asistentes de las cuatro especialidades básicas) y de recuperación (seguimiento a pacientes de su área de influencia, con énfasis a embarazadas, menores y crónicos) sería capaz de resolver más del 65% de los eventos de salud de la población.
En consecuencia, la población dominicana tendría acceso a un sistema de salud eficiente, de carácter preventivo, lo cual aliviaría el elevado e insuficiente gasto que el Estado realiza en los centros de tercer nivel u Hospitales, al solucionar un alto porcentaje de los eventos de salud en el primer nivel de atención.
Si bien es cierto que la implementación del modelo aún presente escollos y retos importantes, no menos cierto es que el GCPS que coordino, con financiamiento del Banco Mundial, y en beneficio del Ministerio de Salud Pública, ha hecho una gran inversión, que nos permite contar con 1,786 Centros de Atención Primaria en todo el país.
A partir de la llegada del Presidente Danilo Medina y de que asumimos la Coordinación del Gabinete de Políticas Sociales, hemos promovido una redirección de la gran inversión que se realiza al objetivo de dotar al país de servicios de atención primaria de salud eficientes y de calidad.
Estamos haciendo énfasis en actividades preventivas, concienciando a los usuarios de los servicios médicos de la necesidad de realizar sus chequeos y llevar un estilo de vida saludable, vinculando los beneficios sociales de la tarjeta Progresando con Solidaridad a la obligatoriedad de la atención primaria de niños, niñas, adolescentes, embarazadas y adultos mayores.
Hoy en día enfrentamos el reto de devolver al modelo su prestigio, corrigiendo los fallos estructurales en la concepción del sistema en su conjunto, especialmente la necesidad de sistemas de referencia y contra-referencia, el fortalecimiento de la figura del médico familiar y su vinculación a las comunidades, la gestión por resultados y la mejora constante en las infraestructuras.
Aún hay zonas donde las Unidades de Atención Primaria (UNAPs) resultan pequeñas para la población que asiste, o donde la integración a la comunidad no ha sido eficiente. También existen Unidades que resultan inaccesibles para los beneficiarios o cuyo esquema de trabajo no se ajusta a las necesidades de la zona. Muchos requieren de personal fijo, no pasantes, y de insumos, a tiempo y pertinentes, para realizar su trabajo con calidad.
La misma Directora General de OMS, Dra. Chan, escribió en la revista The Lancet que “ante todo, la atención primaria de salud ofrece una manera de organizar el conjunto de la atención de salud, desde los hogares hasta los hospitales, en la que la prevención es tan importante como la cura, y en la que se invierten recursos de forma racional en los distintos niveles de atención”.
Estoy de acuerdo con la Directora General de OMS, Dra. Chan, en que las UNAP son la estrategia de salud más eficaz y eficiente para llegar a los más pobres, para lo que se requiere del compromiso y de los recursos para convertir el sistema de atención primaria de salud en un verdadero modelo para todo el país y la región.
Una vez avancemos en la tarea de construcción de aulas para todos los ciudadanos y ciudadanas, debemos dedicar el mismo esfuerzo para que cada dominicano y dominicana esté saludable, porque solo así podremos acometer los retos que esperan a la patria. Sin salud, física y mental, no hay nada. La salud, para todo, es un objetivo impostergable en la agenda nacional. La salud es la semilla del bienestar y la prosperidad.