Por Mayobanex de Jesús Laurens.-
En Barahona hay acumulado un primitivismo empresarial y comercial heredado, que lleva a los propietarios de negocios a manejarlos como un todo, sin sistema de contabilidad organizado, con ausencia de control de auditoría interna, o sistema de controles financieros y operativos, sin tecnología de software para el manejo de las operaciones y la falta del debido control del inventario continuo o permanente.
La necesidad de un buen sistema de contabilidad
La falta de un sistema de contabilidad riguroso y de los controles adecuados, con una estructura de personal capacitada y de seguimiento, conlleva a que muchos empleados les hurten tanto dinero como mercancía a los empresarios y comerciantes, generándose una pérdida anual cuantiosa por no hacerse la inversión en ese sentido.
Adaptación al cambio y oportunidad
El empresario o comerciante visionario, emprendedor, de éxito, es el que ve cada proceso de cambio como una oportunidad y no como un obstáculo para su crecimiento. Invertir en tecnologías y en un riguroso sistema de contabilidad y de auditoría, o controles internos, es la garantía de crecer organizado de forma sostenida en los negocios.
Cuando se lleva contabilidad organizada, automatizada, cumpliendo con la DGII, registrando todas las operaciones comerciales, con buena asesoría fiscal para hacer las cosas bien y correctas, genera a los empresarios y comerciantes tranquilidad emocional, una vida tranquila, en cumplimiento con el Estado y de seguro que pagarán menos impuestos de lo que actualmente pagan por las intimaciones, moras y recargos por incumplimientos.
La DGII cada vez más tecnificada
La DGII está cada vez más rígida, moderna, automatizada, con las capacidades técnicas requeridas para demostrar las evasiones y poner a los evasores en condiciones que tengan que pagar “por las buenas o por las malas”.
Ya no hay salida para el engaño tributario. Hay que ponerse al día. Estar avalado con su Registro Nacional de Contribuyente (RNC), cumplir con la Ley de Sociedades, manejar los comprobantes fiscales, tener instaladas las soluciones fiscales, cumplir con subir al sistema las informaciones diarias y mensuales y presentar sus declaraciones juradas mensuales y anuales…”todo por la regla”.
El reto de los asesores fiscales
Los asesores fiscales deben protegerse en su oficio como contadores dedicados a la gestión tributaria de consultoría profesional. Hay que exigir la firma de una Carta Compromiso, en donde el propietario del negocio y el asesor establezcan los acuerdos de presentar todas las informaciones al fisco, de forma veraz y transparente.
La Carta Compromiso debe hacerse acompañada de un Acto Notarial, para que el propietario plasme sus verdades y el asesor se comprometa a hacer las cosas bien, con el pago justo y las competencias profesionales adecuadas para el trabajo.