Diario Visión.-Santo Domingo: El Tribunal Constitucional ratificó que el control y administración de las salinas marinas, ubicadas en el paraje Puerto Alejandro, corresponden al ayuntamiento de Jaquimeyes, en la región Sur.
El TC revocó la sentencia 14-00241, dictada el 4 de agosto del año 2014 por la Primera Sala de la Cámara Civil, Comercial y de Trabajo del Juzgado de Barahona, que acogió una acción de amparo interpuesta por el ayuntamiento de Vicente Noble y la junta distrital de Canoa, que también reclamaban el control de las salinas.
A su vez, el TC rechazó la acción de amparo incoada por los ayuntamientos municipales de Canoa y de Vicente Noble, reiterando el criterio fijado en la sentencia 020/14, emitida el 20 de enero de 2014.
El TC justificó que otorgó el control de la administración en favor del ayuntamiento de Jaquimeyes, “no solo por el lugar geográfico, sino también de conformidad con lo establecido en la Ley núm. 192-04 del 7 de julio de 2004”.
La alta Corte admitió un recurso de revisión de amparo incoado por el Ayuntamiento municipal de Jaquimeyes, el 11 de agosto del año 2014, en contra del tribunal civil de Barahona.
La litis surge por el control y administración de las salinas marinas ubicadas en el paraje Puerto Alejandro, entre el Ayuntamiento municipal de Vicente Noble y la Junta Distrital de Canoa, contra el Ayuntamiento municipal de Jaquimeyes.
El Ayuntamiento municipal de Vicente Noble y la Junta Distrital de Canoa presentaron una acción de amparo, que fue acogida mediante la sentencia número 14-00241, emitida por la Primera Sala de la Cámara Civil y Comercial y de Trabajo del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Barahona.
Al no estar conforme, el Ayuntamiento de Jaquimeyes interpuso un recurso de revisión ante el TC. La decisión fue publicada en el comunicado 29/15. Anteriormente, el TC emitió la sentencia 030/14, con la cual resolvió un conflicto entre los ayuntamientos de Jaquimeyes y el de Barahona, ya que este último también reclamaba la administración de las salinas marinas.
Por Wanda Méndez.-