Por Leonardo Plata.-
DIARIO VISION.-La sociedad dominicana está atravesando por una de sus peores crisis, pero no me refiero específicamente en el plano económico que en verdad lo está, pese algunos avances, si no mas bien en el plano familiar, social y espiritual.
Vemos como la familia dominicana, cada día se deteriora, se divide por los intereses políticas que corroen a sus miembros, lo que refleja un accionar de violencia y de actitudes desenfrenadas en la sociedad.
Decía Gilbert Keht Chesterston, Crítico, novelista y poeta inglés, lo siguente: “El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
Traigo a colación esta hermosa frase, por llama mucho la atención ver la ausencia de valores en la familia, no se están formando nuestros hijos e hijas en base al respeto, al amor, solidaridad, civismo, preocupación por los demás y del patrimonio público, del temor a nuestro señor Jesús, porque nos hemos dejado envilecer por lo material, por lo efímero, porque creemos que dándole, cosas lujosas vamos a tener hombres y mujeres de bien, un gran error que no está costando lágrimas de sangre.
La sociedad hoy en día, está reflejando el grave deterioro en la familia dominicana, ya que la violencia, las drogas, el robo del patrimonio público, es cada vez más alarmante, hasta tal punto que hemos ido perdiendo la capacidad de asombro, donde muchas personas ven como normal este tipo de accionar execrable.
Es que como ciudadanos, como individuos y como padres y madres de familias, estamos abocados a reencontrarnos con los valores, con los principios, si queremos tener una sociedad donde el sentido común, la solidaridad, el respeto por los demás y los bienes públicos, sean parte de nuestra esencia como seres humanos, para así aspirar por aquel sueño de nuestro padre y fundador de la patria Juan Pablo Duarte y Diez vivió, lucho y ofrendó su vida, El sueño de ¡ DIOS, PATRIA Y LIBERTAD “