Por Margarita Cedeño de Fernández.-
DIARIO VIISON.-Alrededor de 4,500 personas se han reunido la semana pasada en Dubai durante el World Government Summit, para discutir una pregunta que considero esencial para el futuro de la vida en sociedad: ¿Cómo serán los Gobiernos del mañana?
Es una cuestión importante, ya que las sociedades del siglo XXI están evolucionando a una velocidad vertiginosa, lo que, a decir de Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, coloca a los gobiernos ante la necesidad de adaptarse a un momento crucial en la historia moderna. La disminución de la pobreza y la consolidación de las democracias, cada vez más, colocan a los habitantes en posiciones para exigir mayor eficacia y transparencia a la administración, lo que presiona a los Gobiernos.
De igual manera, los servicios públicos inician un proceso de evolución, auxiliados por el avance de la tecnología aplicada, lo que demanda de los Gobiernos nuevas medidas, tanto para mantenerse a la par con los avances tecnológicos, como para asegurar la regulación efectiva de estos sectores. The Economist advierte que “el cambio tecnológico van tan rápido, que a quienes definen las políticas públicas se les hace difícil mantener el ritmo”.
Lo que podríamos llamar la “democratización” de las tecnologías y el advenimiento de la cuarta revolución industrial, de la cual hemos escrito en otras ocasiones, transformarán los mercados de trabajo, las relaciones económicas y las conductas sociales, planteando enormes retos para la protección del Estado de Derecho.
La cuestión es cómo los gobiernos podrán auxiliarse de las tecnologías para manejar sistemas económicos y sociales de alta complejidad.
Este planteamiento se acompaña de un gran número de problemáticas que, quienes aspiran a ejercer la política, deberán dominar y estudiar a profundidad.
¿Cómo se insertan los países en el combate al cambio climático? ¿Qué políticas priorizar para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿Qué rol jugará la inteligencia artificial en la toma de decisiones y cómo la controlamos? ¿De qué manera participa la sociedad civil organizada en un mundo cada vez más individual?
Por igual, ¿cómo utilizamos la data pública para la solución de los problemas? ¿De qué manera nos preparamos ante la prospectiva de una ciudadanía cada vez más longeva? ¿Cómo conectamos a los seres humanos sin que pierdan su humanidad? ¿Quién decide las políticas que gobiernan al mundo?
Son muchas preguntas, todas pertinentes para el futuro cercano, que invitan a la generación actual y a las que le seguirán, a aprovechar esta era de paz relativa que vive el mundo, para definir las políticas necesarias para la construcción de un mundo de más bienestar para todos.
Como plantea Tim O’Reilly, fundador y CEO de varios medios de comunicación, tenemos que hablar de “la próxima actualización de los Gobiernos”, que significa que las “instituciones públicas se unan al sector privado para proveer mejores servicios a los ciudadanos, dado que el Estado no puede hacerlo por sí solo”.
Es un interesante planteamiento, que sirve para reflexionar sobre la necesidad de promover las Alianzas público-privadas y el desarrollo de convenios de gestión para los servicios públicos.
Estos temas, y otros más, deberán entrar al debate público en lo inmediato, para que la República Dominicana y sus Gobiernos, estén preparados para el futuro que está al doblar de la esquina.