DIARIO VISION.-Recientemente hemos leído sobre el nacimiento de un comité que procurará que la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE), retome el título de las premiaciones que hoy se llaman “Los Premios Soberanos” y cuyo nombre original y que se mantuvo por varios años, fue “Los Premios Casandra”, en honor a la destacada folklorista Barahonera, Casandra Damirón.
Es de entender que toda iniciativa que tienda a lograr cosas buenas y positivas para la comunidad y para el País, son buenas; ahora bien, también hay que sopesar fríamente lo que se quiere y la forma de cómo obtenerlo.
Sin embargo, al ver cosas como ésta, uno se pregunta si los que están en esos aprestos, están en sus cabales o si han perdido los reflejos memoriales. ¿Por qué?. Solo basta con recordar la diabólica situación que se creó entre ACROARTE y la familia de Doña. Casandra Damirón hace unos años no tan lejanos.
La referida situación se creó a raíz de que la familia de la Artista, demandó a ACROARTE, por la violación o incumplimiento de acuerdos que según ellos, (los familiares), existían mediante los cuales, dicha Asociación se comprometía a entregar ciertos beneficios pecuniarios y de otra índole a la susodicha familia, llegando el caso hasta a los Tribunales y que terminó con el abandono por parte de ACROARTE, del nombre de dichas premiaciones.
En consecuencia, vemos el surgimiento de ese Comité, pero no vemos en él ni la participación directa de los descendientes de Casandra Damirón, quienes originaron la situación anteriormente explicada, pero tampoco vemos ningún elemento que avale o autorice gestión alguna en tal sentido, lo que podría dar pié a creer que no han sido consultados y que en el peor de los casos, hasta pudieran desautorizar las acciones del recién creado comité, más adelante.
Ese movimiento para que pueda tener esencia, debería estar encabezado por los familiares directos, especialmente por los mismos que crearon con sus reclamos, todo el accionar que se generó y que tuvo un muy mal resultado para la sociedad dominicana.
De ser así, el primer documento que debe producir dicho comité, debería ser una Carta Pública, en la que de alguna manera, pidan una especie de perdón o excusa pública al pueblo dominicano al igual que a la propia ACROARTE, por los malos momentos que se vivieron en ese tiempo y posteriormente.
No estamos en desacuerdo con las cosas buenas pero sí entendemos que los asuntos públicos, deben tener un accionar diáfano y correcto porque en la sociedad en que vivimos hoy, no somos un pueblo de tarados o de ilusos.
Quien escribe este artículo, fue una de las personas que tomaron a pecho el caso en su momento, asumiendo como propia la situación a favor de la causa que se libraba, y por la que escribimos líneas que no fueron nada halagüeñas para la parte que entendíamos no tenía la razón; por lo que hoy aspira a que las cosas se manejen con claridad y dentro del marco del debido respeto, porque de lo contrario, podría verse esto como un simple argumento publicitario y de muy mal gusto.
¿ O es acaso ACROARTE, un simple grupo de impensantes?.
Reflexionen muy bien señores, ésta no es una cuestión de simples pasiones, la dignidad debe estar por encima de todo.