Por: Homi Suárez.-
DIARIO VISION.-Durante estos días se ha ventilado muchas informaciones acerca de la Avenida que se está construyendo en las inmediaciones de la UASD, Barahona, o más bien decir de la zona universitaria de nuestra perla del sur. Y a propósito del tema si bien es cierto es que el proyecto de dicha avenida es una realidad, y por demás no se está haciendo a espaldas de las autoridades de la UASD. En este caso hay que señalar directamente al consejo directivo de nuestro centro, que está representado por:
Priamo Rivas (Director)
Mtro. Manuel De La Cruz (Subdirector)
Mtra. Zoralla Moreta (ASOPROCURSO)
Mtra. Paula X. Méndez (Subcentro Uasd, Neyba)
Mtro. David Olivero (ASOPROCURSO)
Mtra. Sixta Bello (Enc.Postgrado)
Dr. Octavio F. Vidal (Enc. de Extensión)
Claudio Novas (ASODEMU)
Br. Enver Heredia (Asociación de Estudiantes)
Mtro. Julio Cuevas (Suplente ASOPROCURSO)
Mtro. Luesmil Castor P. (Suplente ASOPROCURSO)
Dicho esto naturalmente es imposible desligar a los miembros directivos del consejo de la supuesta aprobación que hizo el mismo, de autorizar el derribe de la pared del litoral derecho de la universidad, para cederle el espacio a la empresa constructora Odebrecht y al Estado dominicano para la construcción de la supuesta Avenida de la Salud que conectaría a la Villa con el Bulevar y el Malecón de esta ciudad, según las informaciones suministradas por mi fuente quien tiene muy muy buenos vinculos con los miembros del consejo directivo de nuestro CURSO-UASD.
El derribo de la pared conlleva ceder algunos metros de terreno que les corresponde la universidad y por demás su autonomía este caso estaría siendo violada. Más sin embargo hay que decir que sectores involucrados a esta empresa constructora han dicho que no solo será una Avenida, sino más bien una Circunvalación para descongestionar el transito en las zonas urbanas de la ciudad, conllevando esto el tránsito masivo de vehículo de todo tipo, y sobre todo vehículos pesados en la zona universitaria. Imagínense el desastre y la intranquilidad que esto afectaría, y más a quienes vemos la universidad más que un espacio académico, sino como un espacio de reflexión.
Por lo consiguiente a los hechos habrá que preguntarnos o cuestionarnos lo siguiente:
¿Acaso no está situada la universidad en una zona urbana ?
¿Que sería de esto por el simple hecho de que los estudiantes no puedan transitar libremente ante la posible construcción de esta circunvalación ?
¿Por qué tanta indiferencia de parte del consejo directivo ?
Y por qué razón en medio de tanto incertidumbre aun así guardan silencio ?
¿Acaso los intereses fueron grande de lo que pensamos, y que con el interés de preservar una salud social de de la universidad y de quienes conformamos la UASD?
Por eso y entre tantas razones suponemos que esto no ha sido más que una actitud mafiosa, poco fiable por los sectores de poder de Barahona y sobre todo el poder empresarial con apoyo del gobierno y las autoridades de quienes nos dirigen.
¿Qué tal si el objetivo es que todos los vehículos que transiten en esta vía de comunicación se vean obligado a pasar por la más reciente estación de combustibles que se construyó en pleno malecón de manera misteriosamente legal?
No es nada casual que dicho tramo en construcción coincida con los posibles vehículos de todo tipo tengan que pasar o transitar por dicha estación de combustibles.Y para finalizar este escrito concluyo con una interrogante que me está carcomiendo el cerebro y a quienes pensamos un poco, pero con qué diablos fue que se persuadió a los miembros del consejo directivo de este centro que los llevó a cometer esta barbaridad que lacera a toda la universidad en general?
Medítenlo por favor, en especial profesores, estudiantes y la población en general.
Nota: Las circunvalaciones a menudo están habilitadas para que puedan circular solo automóviles y no tránsito pesado o solo vehículos autorizados o incluso contar con un solo sentido de circulación. Tienen en común no atravesar superficie urbana. De este modo, sus límites de velocidad son notablemente más altos que los 50 km/h de las vías urbanas.
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