Por Julio Férnandez Lora.-
DIARIO VISION.-En el día de ayer, domingo 16 de febrero, la República Dominicana llevaba a cabo a nivel nacional sus elecciones municipales, una convocatoria promovida por meses con poco más de catorce mil millones de Pesos a manos de una Junta Central Electoral altamente cuestionada por la oposición, la sociedad civil y hasta por sus propios partidarios, a pesar de la seriedad probada de su miembros.
Los resultados?
Largas filas en los diversos centros de votación a lo largo y ancho del país por una presunta falla técnica que provocó que la boleta electoral subiera incompleta en casi la mitad de los colegios electorales, lo que hizo que el pleno de la JCE decidiera cancelar el proceso.
Las consecuencias inmediatas?
Algunos muertos, montón de informaciones no oficiales y teorías de conspiración, los gremios empresariales y la sociedad civil expresando su absoluto rechazo y pidiendo se investigue a fondo qué pudo haber pasado; los que ejercieron su derecho al voto, molestos; lo que se abstuvieron y quedaron en casa, felices; el periódico de mayor circulación nacional hackeado, una posible huelga general y todo un país en alerta, avergonzado y unido en un solo lamento.
En fin, una verdadera CRISIS nacional. Algo sin precedentes.
Para quienes manejamos temas de comunicación corporativa en las empresas, sabemos que toda crisis tiene cinco etapas. Los hechos de lo ocurrido en RD hablan por sí solos y permiten encasillar en cada una de ellas lo ocurrido, de manera preliminar.
A grosso modo, tenemos DETECCIóN, PREVENCIóN y CONTENCIóN cuando se sometió a revisión todo el sistema y el proceso, tanto el personal de la JCE, como organizaciones independientes, nacionales e internacionales como observadores y todos dieron su visto bueno.
Sin embargo, cual Ley de Murphy, el sábado a las 5:00 p. m. no funcionaba la clonación, ni la carga del Padrón Electoral, ni la de la boleta. Trabajando toda la noche, resolvieron los primeros dos puntos, pero quedo el primordial: la boleta. En otras palabras, no había por quién votar (…o sí, dependiendo su candidato de preferencia).
Pasadas las 7:00 a. m. del domingo 16, día cuando la gente se levantaba para ir a votar, se dan cuenta del tamaño del problema y de lo que no tiene solución y cerca del mediodía, el presidente de la JCE, en una actitud bastante valiente a mi modo de ver, cancela las elecciones a nivel nacional, en un discurso de poco mas de 15 minutos, sin guión en mano, con firmeza, calma en su rostro y absoluta claridad , tanto en sus gestos como en sus palabras.
RECUPERAR la credibilidad de sus miembros y los millones ya gastados, es tarea titánica. Muchos piden sus renuncias, otros entienden que hay que esperar los hallazgos de las pesquisas.
Aquí también cabe una fina labor informativa, dando cuenta de los progresos en ese sentido.
Qué hemos APRENDIDO? Eso viene después, cuando bajen las aguas y se haga una profunda autocritica, se estudien los mapas de riesgos ( si es que los tuvieron ), se evalúe el estado en que se encuentra el posicionamiento de su imagen institucional hacia sus diferentes públicos y se defina un plan de trabajo cuyo objetivo sea la restauración de dicha imagen.
Y, aunque las crisis no quieren saber de prisas para poder actuar con propiedad, a ley de dos meses y medio tendremos elecciones presidenciales y un censo nacional. Por tanto, toca redoblar el paso de las ideas.
A esperar lo que hará el gobierno a través de se organismo descentralizado.