DIARIO VISION.-El presidente electo de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, dejó entrever que su gobierno lo conformarán figuras provenientes de diversos bastiones políticos, en sus primeras declaraciones a la prensa al día siguiente de ser proclamado por el jurado electoral.
“Estamos estructurando un equipo de trabajo y veo que hay personas bastante interesadas en contribuir en el apoyo a este gobierno, de todas las tiendas políticas, personas que también no son políticos que hoy las he visto (y) que tienen toda la disponibilidad”, aseguró Castillo, quien debe tomar las riendas del país el próximo miércoles 28 de julio.
“Estamos haciendo una convocatoria a todos los técnicos, a las personas más distinguidas y comprometidas por el país” para que se sumen al equipo del nuevo gobierno, agregó Castillo.
Estados Unidos se declaró ayer “deseoso” de trabajar con Pedro Castillo, y auguró un “exitoso” traspaso de poder, sumándose a las felicitaciones de decenas de países.
Keiko Fujimori, con futuro incierto
En la otra orilla, la nueva derrota electoral de Keiko Fujimori, que por tercera vez consecutiva se quedó a las puertas de ser la primera mujer en alcanzar la presidencia de Perú, deja a la política derechista con un futuro incierto, en el que puede acabar sentada en el banquillo de los acusados por presunto lavado de dinero.
La hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) no solo vio de nuevo frustradas sus ambiciones presidenciales, sino también la posibilidad de eludir temporalmente una acusación fiscal de más de 30 años de cárcel y la opción de liberar a su padre, que cumple una condena de 25 años de prisión.
Keiko decidió denunciar sin pruebas fehacientes un supuesto “fraude”, lo cual retrasó el anuncio seis semanas, y aunque Fujimori anticipó el lunes que respetará la decisión, insistió en que considerará a Castillo un presidente “ilegítimo” y seguirá buscando pruebas del fraude.
Esa contraposición entre respetar la proclamación pero no la elección hizo recordar la posición muy similar tomada por Fujimori en 2016, cuando aceptó su derrota contra Pedro Pablo Kuczynski, pero lanzó un feroz asedio al Gobierno desde el Congreso.
Producto de esa oposición obstruccionista a Kuczynski y luego a su sucesor, Martín Vizcarra, Perú tuvo cuatro presidentes y dos parlamentos diferentes en los últimos cinco años, en una profunda crisis política e institucional a la que se sumó la económica y sanitaria causadas por la pandemia de covid-19.
AFP y EFE
